Síntomas de una rotura de menisco

Una rotura de menisco puede ser la causa de tus dolores de rodilla e incluso de que no puedas caminar o apoyar el pie en el suelo. Debido a que se trata de una de las lesiones más frecuentes de la rodilla, hoy hablaremos de los síntomas de una rotura de menisco.

¿Cuáles son los síntomas de una rotura de menisco? y ¿Qué se siente cuando se rompe?

Aunque muchos desgarros meniscales son dolorosos, un alto porcentaje de los mismos pueden pasar desapercibidos y no dar síntomas. De hecho, si hiciéramos una resonancia magnética de rodilla a todos los adultos de mediana edad asintomáticos, en 3 de cada cinco personas encontraríamos roturas meniscales que nunca les han causado dolor ni bloqueos de rodilla.

sintomas rotura de menisco

Los síntomas más frecuentes de una rotura de menisco incluyen:

  • Dolor en la rodilla: Sobre todo cuando hacemos un giro con la pierna lesionada o cargamos peso sobre la misma.
  • Hinchazón: Fruto de la inflamación de la rodilla.
  • Sensación de que algo dentro de la rodilla «se ha roto» o se desgarra.
  • Dificultad para doblar la rodilla o para estirarla completamente
  • Sensación de que tu rodilla se bloquea o se «atasca»
  • Notar un chasquido o un pinchazo en la parte de detrás de la rodilla.

La duración habitual de los síntomas es de 4 a 6 semanas. El dolor y la hinchazón habitualmente disminuyen de forma progresiva, pudiendo incorporarte pocas semanas después de la lesión a tu rutina diaria habitual.

Las actividades deportivas y la práctica de ejercicio pueden continuar produciendo dolor semanas tras la lesión. También puede quedar un dolor residual de rodilla que se manifieste al subir y bajar escaleras, al agacharse o ponerse en cuclillas y al subir o bajar del coche.

¿Puedo caminar con un menisco roto?

Que puedas caminar o no con un menisco roto dependerá de la gravedad de la lesión. Muchas personas ante lesiones de poca importancia son capaces de cargar peso sobre la rodilla afectada e incluso caminar con normalidad después de una rotura de menisco.

Quizá lo hayas visto en televisión: Jugadores de fútbol o de baloncesto que siguen jugando después de una caída y al día siguiente te enteras por los periódicos que tienen una lesión meniscal.

¿Cómo sé si me he roto un menisco?

El diagnóstico definitivo de un menisco roto ha de ser realizado por un médico especialista.

Tu médico necesitará conocer todos los detalles sobre cómo se produjo la lesión. Tras su valoración, es posible que solicite una resonancia magnética. Una resonancia de la rodilla permite hacer una evaluación más detallada de sus estructuras internas: Ligamentos, menisco y el cartílago.

rotura menisco en resonancia magnética de rodilla
Menisco normal vs menisco roto vito en una resonancia magnética de rodilla

¿Cuál es el tratamiento de un menisco roto?

Una vez ya conoces cuales son los síntomas de una rotura de menisco, te explicamos en qué consiste su tratamiento.

El tratamiento de un desgarro meniscal depende fundamentalmente del tamaño y la localización de la rotura. Otros factores que se han de tener en cuenta a la hora de optar por un tratamiento médico (sin cirugía) o quirúrgico son:

  • La edad del paciente.
  • Su nivel de actividad física
  • La presencia de otras lesiones relacionadas.

La mayoría de lesiones meniscales son de carácter degenerativo. Cuando nos referimos de una rotura meniscal degenerativa, hacemos referencia a aquellas lesiones que son fruto del deterioro progresivo de los meniscos tras gestos cotidianos como arrodillarse, ponerse en cuclillas o hacer ejercicio. ¡

Una persona normal da más de 5.000 pasos cada día!. A lo largo de su vida, esto se traduce en un estrés constante de los meniscos de la rodilla.

Rescatando un estudio clásico, sabemos que más del 40% de las personas mayores de 65 años han sufrido un desgarro meniscal. La mayoría de ellos, nunca necesitarán una cirugía o hacerse una artroscopia de rodilla.

¿Sabías que…en función de la zona en que se ubique la rotura meniscal, se podrá plantear un tratamiento u otro?. Pues sí, el menisco se divide en tres tercios según sea su aporte sanguíneo y por tanto, su capacidad de recuperación.

La porción externa del menisco, denominada «zona roja» presenta un buen aporte sanguíneo. Una zona que presenta altas tasas de curación, especialmente ante una rotura de menisco pequeña.

Sin embargo, los dos tercios restantes del menisco, presentan un aporte vascular más precario («zona blanca«) y por ello menor capacidad de curación.

¿Tienes más dudas sobre las lesiones meniscales?

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