Las costillas rotas o fracturas costales (según terminología médica), son los las lesiones óseas más frecuentemente producidas por los traumatismos torácicos. Se manifiestan con dolor que aumenta con la inspiración, con los movimientos y al tocar la parrilla costal (costillas). Para realizar un correcto diagnóstico se han de realizar radiografías en varias proyecciones. Aún así no siempre es fácil encontrar la fractura mediante el uso exclusivo de esta prueba de imagen. El tratamiento fundamental de las costillas rotas: analgesia y fisioterapia respiratoria.
Costillas rotas en ancianos
Por norma general, los ancianos tienen mayor riesgo de sufrir fracturas de costillas. Esto es debido a los cambios anatómicos de la pared torácica y a la pérdida de densidad ósea. En personas de edad avanzada, la causa más común de fractura costal son las caídas al suelo. Después de las caídas, los choques por accidentes de tráfico son una importante causa de fractura. La importancia de las fracturas costales en la población anciana radica en el riesgo que tienen de complicarse y derivar en una neumonía o insuficiencia respiratoria.
Por lo anterior, hay que tener especial atención con este tipo de fracturas en ancianos. Para ello es prioritario reconocer el potencial de deterioro pulmonar, proporcionar medicación para el dolor (analgesia) eficaz y asegurarse de una buena limpieza pulmonar. Además, reconocer la situación médica y social del paciente, así como la presencia de otras enfermedades concomitantes, nos ayudará a prever el impacto de las lesiones y del empleo de determinados medicamentos.
¿Cuál es el tratamiento de las costillas rotas?
Característicamente, el dolor suele ser intenso y contribuye a la mala función ventilatoria. Las fracturas costales únicas o múltiples que sólo comprometen cada costilla en un único punto no han de preocuparnos. Para tratar este tipo de fractura, se optará por reposo, calmando el dolor y mediante fisioterapia respiratoria para costillas rotas.
Fisioterapia respiratoria para fractura de costillas:
En cuanto a la fisioterapia respiratoria, se deben realizar respiraciones profundas o ejercicios espirométricos más formales. Ambos ejercicios encaminados a favorecer la eliminación de secreciones.
Sólo en aquellos pacientes con múltiples fracturas, trastornos médicos concomitantes o edad avanzada, se optará por hospitalizarlos hasta que se hayan estabilizado.