Una fractura del escafoides supone la rotura de uno de los huesos que componen la articulación de la muñeca. Anatómicamente, el escafoides se sitúa entre el radio y la base del pulgar. La principal causa de fracturas de escafoides es la caída al suelo con la mano extendida para protegernos del golpe. Los síntomas pueden incluir dolor e hinchazón de la muñeca y molestias al mover el dedo gordo de la mano. El diagnóstico de una fractura de escafoides a veces puede ser difícil, ya que no todas las fracturas son detectadas en las radiografías.
En función del tipo de fractura y la gravedad de esta lesión, se valorará operar la fractura de escafoides o llevar una escayola durante aproximadamente seis semanas.
¿Cuántos tipos de fracturas de escafoides existen?
Las fracturas de escafoides se dividen en dos grupos en función de su gravedad. Esta gravedad viene determinada en función del grado de desplazamiento de los fragmentos respecto a su posición anatómica original.
- Fractura sin desplazamiento: En este tipo de fractura de escafoides, los fragmentos no se han desplazado de su posición original.
- Fractura desplazada: Aquí los fragmentos óseos se han desplazado de su alineación original.
¿Cómo se diagnostica una fractura de escafoides?
Síntomas habituales de una fractura de escafoides:
La mayoría de las personas que se rompen el escafoides, relatan un antecedente reciente de caída con la mano en extensión. Generalmente presentan dolor de muñeca tras la caída. Además, pueden presentar un hematoma o la muñeca hinchada.
Con cierta frecuencia, las personas con una fractura de escafoides creen que el dolor de muñeca es fruto de haberse «torcido la muñeca». Cuando son valorados por un especialista al tiempo de la lesión, son diagnosticados de fractura de escafoides carpiano.
¿Necesito una radiografía para diagnosticar una fractura de escafoides?
Habitualmente se puede sospechar de una rotura del escafoides a través del mecanismo de la lesión (una caída con la mano extendida). Además, a la exploración se puede apreciar ciertos signos distintivos como son: dolor selectivo sobre la tabaquera anatómica, a la compresión axial del pulgar e incluso a la supinación contra resistencia.
Una fractura de escafoides puede no ser evidenciable mediante una radiografía de muñeca hasta unos 10-14 días después de la lesión inicial. Por eso, ante un alto índice de sospecha, quizá sea necesario solicitar un TAC o una resonancia magnética para diagnosticar la fractura.
Tratamiento de una fractura de escafoides
Fractura sin desplazamiento:
Si la fractura de escafoides no está desplazada (el hueso no se ha movido de su sitio), puede tratarse mediante una escayola en la mano, salvo que exista contraindicación. En pacientes con altas demandas deportivas o funcionales, se puede plantear sintetizar la fractura de escafoides mediante un tornillo con tal de acelerar la recuperación posterior.
¿En qué consiste la inmovilización de una fractura de escafoides?
Clásicamente se han inmovilizado las fracturas de escafoides mediante una escayola que incluye mano, muñeca y el pulgar. Actualmente, se puede cambiar el yeso o la escayola por férulas de termoplástico que facilitan la higiene y se pueden mojar una vez pasado el momento agudo de la lesión.
¿Cuánto tiempo tengo que llevar el yeso o escayola en la muñeca después de una fractura de escafoides?
La inmovilización de una fractura de escafoides suele llevarse de entre 6 a 12 semanas hasta que el escafoides ha consolidado (se ha curado). En algunos casos, puede ser necesario llevar el yeso en la muñeca durante más tiempo.
Fracturas desplazadas o con la vascularización comprometida:
Si la fractura de escafoides está desplazada, puede ser necesario operar la fractura de escafoides.
En quirófano y mediante anestesia local o un bloqueo nervioso, se unirán los fragmentos rotos mediante un tornillo de reducidas dimensiones. Este procedimiento puede realizarse a través de un pequeño corte en la piel.
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