Tu médico puede que te haya recetado algún relajante muscular para el dolor de cuello o de la espalda (lumbago). Los potenciales beneficios de los relajantes musculares son: reducir el espasmo de la musculatura, mejorar la movilidad de los grupos musculares contracturados y disminuir el dolor.
Actualmente en el mercado existen muchos relajantes musculares como tratamiento del dolor. Será tu médico quien decida qué relajante muscular es el más indicado en tu caso. Todo relajante muscular debe ser administrado bajo supervisión médica.
Los relajantes musculares se utilizan para aliviar las molestias de origen muscular. Los relajantes musculares se recetan habitualmente en patología musculoesquelética dolorosa de origen agudo (una contractura), para ser usados a corto plazo.
¿Sabes en qué consiste una contractura muscular? Una contractura muscular supone la contracción involuntaria y de duración variable, de uno o más músculos. Las más frecuentes: la contractura de la musculatura cervical y de la columna lumbar.
El término «relajante muscular» se utiliza en terminología médica para describir un grupo de medicamentos que actúan como depresores del sistema nervioso central. Estos fármacos se caracterizan por tener propiedades sedantes y de relajación musculoesquelética al disminuir el tono muscular y los movimientos involuntarios.
Se pueden dividir en dos grupos: antiespásticos y antiespasmódicos.
Los relajantes musculares junto con el reposo, la aplicación de calor o de frío, y la terapia física pueden estar indicados en el tratamiento de lesiones musculares y deportivas.
Vendido en farmacias por el principio activo «alprazolam». Pertenece al grupo de medicamentos de las benzodiazepinas. Actúa fundamentalmente como ansiolítico y relajante muscular. Como efectos secundarios, puede producir depresión, somnolencia y mareos. El uso a largo plazo de Trankimazin para el dolor muscular crónico es controvertido debido a problemas derivados con la alteración del sueño, la dependencia y el síndrome de abstinencia.
Potente ansiolítico también del grupo de las benzodiazepinas de acción corta. Este medicamento se prescribe ante alteraciones del sueño (insomnio) y como relajante muscular.
El uso de Diazepam como relajante muscular antiespasmódico está ampliamente estudiado. Este medicamento de la familia de las benzodiazepinas ha demostrado su eficacia en el tratamiento de los espasmos musculares dolorosos. No se aconseja combinar su toma con el consumo de alcohol u otras drogas.
Este relajante muscular es útil para el tratamiento de una contractura o espasmo muscular localizado. Se desaconseja en personas con enfermedades cardíacas. En lo relacionado a sus efectos secundarios, puede provocar sensación de boca seca, sueño, visión borrosa, aumento de la presión intraocular y alteraciones de los esfínteres (retención urinaria y estreñimiento).
El Baclofeno o Lioresal ® disminuye la hipertonía o aumento del tono muscular. Se puede utilizar para disminuir contracturas y espasmos musculares, especialmente los relacionados con lesiones de la columna vertebral (esclerosis múltiple). Algunos efectos secundarios pueden incluir náuseas y vómitos, somnolencia, dolor de cabeza o debilidad muscular.
Los relajantes musculares pueden producir efectos secundarios a quien los toma. A pesar de que la mayoría de los efectos adversos son leves, hay que conocer las contraindicaciones de los relajantes musculares y tener especial precaución en personas con mala función hepática, embarazadas, personas con glaucoma, hipotensión y otras enfermedades del corazón.
Los efectos secundarios provocados por los relajantes musculares son fruto de la depresión del sistema nervioso central. Disminuyen nuestra capacidad de atención, provocando síntomas neurológicos como somnolencia y mareos. Por eso, se recomienda evitar el consumo de alcohol mientras dure el tratamiento con esta medicación y no realizar tareas que requieran una alta concentración como operar con maquinaria industrial o conducir.
Los efectos secundarios más comunes son:
Tu médico realizará una receta de relajantes musculares para un tiempo no superior a dos semanas. Esta medida busca evitar el riesgo de dependencia y abuso de este medicamento.
Los relajantes musculares ayudan a reducir los espasmos musculares producidos por la musculatura de la espalda. Estos espasmos o contracciones musculares involuntarias pueden estar causadas por algún problema relacionado con la columna vertebral como son el latigazo cervical, la fibromialgia o un episodio de lumbago.
A menudo, los espasmos musculares causan un dolor intenso y pueden limitar su movilidad. El dolor de espalda de origen mecánico – «me he quedado clavado» – puede verse beneficiado de los relajantes musculares para aliviar temporalmente el dolor lumbar de la parte baja de la espalda.
Aunque en la actualidad no existe evidencia científica que recomiende el uso sistemático de las benzodiazepinas en el dolor cervical de características mecánicas, puede haber personas que se beneficien de su uso puntual.
El dolor cervical se puede beneficiar también del tratamiento local con calor, analgésicos (Paracetamol, Ibuprofeno…) y rehabilitación.
Algunos fármacos indicados para el tratamiento de las lesiones musculares como el Lorazepam se pueden emplear como hipnóticos en el tratamiento del insomnio. El uso de cualquier medicamento con efecto sedante o hipnótico debe estar supervisada por un médico especialista.
Determinados relajantes musculares como el Yurelax no están indicados para combatir el insomnio ni para dormir mejor.
Los relajantes musculares de origen natural incluyen principios «de la tierra» en su formulación. Tradicionalmente se ha recurrido a remedios 100% naturales para aliviar las molestias musculares. La combinación de ingredientes naturales en forma de aceite o infusión puede resultar muy beneficiosa en personas con dolor de espalda, lesiones deportivas o dolor de cervicales.
Los más empleados son:
Otros relajantes musculares menos conocidos: Té de camomila, aceite de cannabidiol (CBD) y el gel de árnica.
Los relajantes musculares naturales pueden causar reacciones alérgicas cutáneas en algunas personas. En caso de irritación de la piel, sensación de picor, enrojecimiento o cualquier otro efecto indeseado, detén su aplicación y lava con abundante agua fría.
Automedicarse sin supervisión médica conlleva un alto riesgo para el paciente.
Medicamentos como las benzodiazepinas no son de venta libre y no podrás conseguir un relajante muscular sin receta médica en la farmacia.
Los dolores musculares pese a ser molestos para quien los padece, son una consecuencia común después de hacer ejercicio, especialmente si hemos sometido a nuestro cuerpo a un esfuerzo físico intenso no habitual.
Si tu dolor es de carácter súbito, y no se calma con reposo, la aplicación de frío local o con analgésicos convencionales (Ibuprofeno o paracetamol), deberás ser valorado por tu médico con urgencia.
Bibliografía médica en la que se basa este artículo:
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